Edvard Munch


Edvard Munch, el pintor del dolor, el miedo, la enfermedad, la muerte... Por eso fue el precursor del expresionismo alemán, y le gustaban mucho estos sucios temas.

En cierto sentido, para Munch, esto representaba belleza, porque "así como da Vinci estudió la anatomía humana y diseccionó el cuerpo, yo traté de diseccionar el alma".

De alguna manera retrata a la perfección al hombre moderno y el dolor de su existencia, ambos relacionados con el sexo y la muerte, lo que se traduce en los temas que trata en sus cuadros: la soledad y el dolor.

Edvard Munch nació en Leten, Noruega. En su infancia había perdido parientes cercanos a causa de la tuberculosis y vivía con el temor de un padre muy severo y devoto. Comenzó su carrera de ingeniería, pero la abandonó para comenzar su carrera artística, donde se basó en el simbolismo de Gauguin.

Su estilo muy personal y expresivo, nada naturalista, llama la atención. Al mismo tiempo, vivió una vida de soledad, depresión y alcoholismo, lo que a su vez alimentó su creatividad. Sin embargo, terminó en un sanatorio y murió completamente solo, a pesar de ser reconocido artísticamente como el mejor pintor de Noruega.

Dejó más de 1.000 pinturas, 15.400 grabados y más de 4.500 dibujos y acuarelas. Sonado robó su obra maestra "El grito" en 1994 y la recuperó ocho semanas después. Fue robado nuevamente diez años después y recuperado dos años después.

"El grito" es su cuadro más famoso, conocido en todo el mundo y usado varias veces como referencia en muchos tipos de media.





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